De vez en cuando uno se encuentra con una de esas parejas que parecen haber nacido el uno para el otro, como Barack Obama y Michelle Obama, o Beyonce y Jay-Z. Pero en el mundo del marketing a veces también hay ocasiones en que dos aspectos se encuentran para formar una unión para siempre, una de esas que por más que cambie todo lo que hay alrededor, siguen funcionando juntas. Y eso es justo lo que ha pasado entrelas redes sociales y la televisión.
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La televisión tiene un alcance enorme, su impacto inmediato sobre las ventas lleva años demostrándose en el mix de medios y es un proveedor de datos universalmente aceptado. Pero su mayor debilidad son los medios ganados y los beneficios a largo plazo. Funciona así: se rastrean los resultados de las emisiones, el anunciante hace una inversión, se multiplican las impresiones en función de la inversión que se haya hecho y las ventas para esa marca aumentan. Pero en cuanto la inversión se acaba, la conversación y la conversión se desploman. Y es aquí donde entran las redes sociales.
Cada vez más las marcas utilizan las redes sociales como altavoz de sus campañas lanzadas en los medios tradicionales, generando earned media para aumentar sus impresiones a un coste muy bajo. Además, la gente no deja de hablar online, por lo que estas plataformas son un medio perfecto para monitorizar e impactar las conversaciones y hacer que el ánimo no decaiga. Juntos,televisión y redes sociales son capaces complementar mensajes y enriquecer conversaciones al mismo tiempo.
La clave de las redes sociales hasta ahora ha sido la cantidad de datos precisos sobre los consumidores que ofrece, en lugar de su capacidad para impulsar las técnicas de marketing más tradicionales. Pero mientras todos estos datos son uno de los puntos fuertes a la hora de vender las redes sociales, también es uno de sus mayores puntos flacos. Falta estandarización. Mientras en la televisión se puede obtener una cifra absoluta del número de personas a las que ha llegado un anuncio, en redes sociales se pueden conseguir todo tipo de cantidades, provenientes de distintas fuentes, y esto favorece el escepticismo entre los anunciantes.
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Vía: Marketing Directo
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